El día que yo abrí la carta en la que me decían que vendría a Albaida del
Aljarafe como auxiliar de conversación, estaba en un pueblo pequeño en los
Estados Unidos estudiando para los exámenes finales, escribiendo una tesis, dirigiendo
una obra de teatro, y actuando en dos otras una
semana antes de graduarme en la universidad. Recibí esta carta en medio
de lo que me parecía ser un huracán. La abrí y descubrí que tenía la
oportunidad de trabajar en España, en un pueblo de Sevilla que se llama Albaida
del Aljarafe.
No sabía que pasaría mi
primer día en el colegio San Sebastián,
ni cómo funcionaría un colegio en España. ¿Me van a entender? ¿Me van a respetar? ¿Les
interesará el inglés? ¿Qué piensan sobre un extranjero en su colegio? Al entrar
en el colegio, cada uno de los alumnos quería conocerme. Su interés por
conocerme me alegraba. Y desde ese día, sigo disfrutando la oportunidad de
compartir mi cultura y mi idioma con ellos.
Un día en la vida de un auxiliar de conversación en San Sebastián es algo
divertido. Cuando yo entro en una clase, todos los niños saben que Teacher Gus
ha venido para jugar juegos, compartir historias, y practicar inglés. Me
encantan los juegos, especialmente los que necesitan la participación de todos.
Con los mayores, mi juego favorito es “Blind
Word”.
Un alumno se sienta en frente de la pantalla donde escribo una
palabra del vocabulario, los demás tienen que darle pistas para que la
adivinen, todo ello en inglés. Si sabe la palabra y la pronuncia bien, un punto
para los alumnos, si no, uno para Teacher Gus. Esta dinámica crea menos
competitividad entre los alumnos y da una oportunidad a todos para escuchar y
hablar en inglés. Se dan cuenta rápidamente qué palabras necesitan para ayudar
a sus amigos. Todos prestan su atención en lo que digo para que ellos puedan
ganar. ¡No me da vergüenza decir que nunca he ganado este juego!
Preparando
decoraciones para el Día de la Constitución
A los niños con menos años les encanta el juego de “Simon Says”. Yo digo, por ejemplo, “Simon says brush your teeth” y
los alumnos tienen que hacer un gesto de cepillarse los dientes. Si no digo
“Simon says” o un alumno se equivoca de gesto, se sientan. Mientras los demás
siguen jugando, los que están sentados siguen escuchando y haciendo gestos para
prepararse para la próxima vez. Es un juego de escuchar que les motiva para
prestar atención en lo que yo enseño
antes del juego. Lo juegan tan bien que a veces no podemos acabar el juego
porque muchos se quedan de pie. Es su juego favorito y saben que si atienden,
habrá más tiempo para “Simon says”. Estos juegos me ayudan enseñar inglés a los
alumnos a través de algo que es divertido y que a la vez les exige escuchar,
comunicarse, y pensar.
He disfrutado este
trabajo más de lo que me podía imaginar mientras estaba en mi universidad en
los Estados Unidos.
Jugando “Simon Says”.
“Simon says take a shower”
Antes y después de mi tiempo en el aula jugando
juegos, los alumnos me enseñan a mí (aunque no lo saben). He aprendido que una
“patata” puede ser un corazón o que no hay ningún otro deporte más importante
que el fútbol. Me han enseñado villancicos durante la Navidad y la historia de
los Reyes Magos. No tenemos la cabalgata de los Reyes Magos en los Estados
Unidos, entonces me sentía como un niño cuando fui por primera vez. Trabajando
aquí aprendo sobre vuestra cultura y mejoro mi español.
Los alumnos no son los únicos que están aprendiendo. No saben que fuera del
aula estoy intentando hablar en otro idioma como ellos. Ojalá que mis alumnos
encuentren la misma confianza. A veces
me pregunto si los alumnos saben que he tenido que aprender otro idioma en
clase como ellos. Que yo sé que puede parecer que no hace falta, pero les juro
que merece la pena. Ser capaz de vivir y comunicarse en un país en el
extranjero es una de las mejores cosas en mi vida. Es más que la gramática y
los diccionarios. Aprendes un idioma para conocer otra gente y seguir
aprendiendo lo que hay en el mundo: cabalgatas de caramelos y jamón, cómo tocar
los palmas en un villancico, o cómo hablar como los andaluces.
Gus